"Déjame contarte
La historia que la historia no cuenta
El revés del mismo lugar
Es em la lucha que nos encontramos”
(Histórias para ninar gente grande
Samba da Mangueira, vitoriosa em el carnaval de 2019)
El 7 de abril de 2018, tras un proceso judicial disputado, acelerado y realizado en medio de una campaña presidencial en la que era apuntado como vencedor, el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), fue arrestado y conducido a la sede de la Policía Federal en Curitiba, en el sur del país. Su encarcelamiento, transmitido en vivo por los canales de televisión, despertó gran conmoción popular. Miles de partidarios lo siguieron hasta las puertas de la prisión y allí montaron un campamento que permanece hasta los días de hoy, en vigilia, un año después de la detención de Lula. Miles de otros le hicieron llegar a él, por correo, testimonios de su tristeza, su indignación, su solidaridad, que se profundizaron aún más cuando el 31 de agosto, el Tribunal Superior Electoral (TSE) rechazó la solicitud de registro de candidatura del ex presidente Lula a la presidencia de la República y le prohibió de participar en la campaña electoral transmitida por radio y televisión. Pero la persecución política y jurídica que resultó en la prisión de Lula y en el impedimento a su candidatura no calló los gritos de "Olê, Olê, Olê, Hola, Lula, Lula", al que se sumó un nuevo grito, una nueva consigna : "Lula Libre".
En los meses siguientes, el flujo de cartas no cesó: hasta ahora 15.000 cartas de todos los tamaños y estilos, a veces acompañadas de fotos, dibujos y objetos cotidianos o religiosos, fueron enviadas a la sede de la Policía Federal de Paraná, al Instituto Lula o al Instituto, a la sede del Partido de los Trabajadores, para que sean entregadas al ex presidente Lula.
Esta correspondencia es un documento valioso que todos los ciudadanos del mundo interesados por la tragedia brasileña deben conocer.
Ella es la voz de un Brasil que no oímos. Gran parte de los autores, de hecho, son parte de la población que no deja archivos, no transmite su visión del mundo a través de los grandes medios, cuyas narrativas tienden a no ser aquellas a partir de las cuales la historia es escrita. Gente humilde, trabajadores de la tierra, habitantes de las periferias, personas comunes. Personas recientemente alfabetizadas, o que recurrieron a los servicios de un escritor público. Pero también profesores, asistentes sociales, ingenieros, médicos, que viven en grandes ciudades o en rincones remotos del interior del país. Su discurso espontáneo es y será para los futuros historiadores una oportunidad única para hacer la "historia vista de abajo" (E.P. Thompson) o "a contrapelo" (Walter Benjamin), y no la historia desde el punto de vista de las élites, que muchas veces las fuentes documentales tradicionales nos empujan a escribir.
Estas "cartas de la prisión" son muy singulares en el conjunto de las correspondencias enviadas a las personalidades políticas, porque no piden nada. En ellas los remitentes ofrecen su solidaridad, su reconocimiento y, muchas veces, historias de vida conmovedoras, a un hombre encarcelado por razones políticas. Ellas describen el impacto concreto que las políticas públicas implementadas durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (Bolsa-Familia, Luz para Todos, Prouni, etc.) tuvieron, no sólo en el cotidiano popular, sino también en los horizontes sociales, en las esperanzas y en la dignidad de las fracciones más desfavorecidas de la población.
Finalmente, mientras en los últimos años muchos puntos del Occidente parecen marcados por la crisis de confianza en los sistemas democráticos, esas cartas expresan una relación con la política que no es de desencanto. En ellas los escándalos de corrupción que asolan el escenario público brasileño no eliminaron las denuncias de desigualdades y violencia social que caracterizan a la sociedad brasileña. Ellas no hacen tábula rasa de la memoria de décadas de lucha por los derechos a la existencia de los más miserables, ni del derecho de ser representado, en un país donde el poder está históricamente concentrado en manos de los más ricos, blancos y poderosos.
Nuestra selección es una gota de agua en el océano de correspondencia enviada al ex presidente Lula y será enriquecida regularmente. Para garantizar la seguridad de sus autores, dado que densas nubes pesan sobre la democracia brasileña y la diversidad de opiniones ya no es respetada por muchos, optamos por dejar em el anonimato a los autores de todos los documentos.
Las cartas, traducidas al inglés, francés, español e italiano, están destinadas a la lectura de cualquier persona en el mundo que esté en busca de otros puntos de vista sobre la tragedia que Brasil vive actualmente. Ellas son la voz viva de sectores de un pueblo para quien los derechos humanos, la lucha social, el acceso de los más humildes a los lugares de poder no son ni palabras vacías ni las causas de los problemas del país, sino su solución.
Que Líneas de Lucha sea un lugar de encuentro con las voces de mujeres, mestizos, mulatos, colonos, con todos los que están PRESENTES, las "Marías, Mahins, Marielles, Malles" y "Lulas". Sean bienvenidos.