Rio de Janeiro, 19 de mayo de 2018
Mi querido presidente Lula,
Yo tengo 25 años y le debo mucho a usted. Soy hija de retirante, nací en São Paulo y ví todo el sufrimiento y el dolor de mi família transformarse en alegría en sus gobiernos. Cuando usted fue electo en 2002 yo tenía 9 años y nunca ví uma emoción tan grande en mi familia y en Brasil, yo no entendía lo que etava ocurriendo, pero yo sabia que era algo grandioso!
En su gobierno mi papá salió de las estadísticas de desempleo (donde estaba hacía 10 años) para convertirse en empleado público nacional. Hoy soy fisio- terapeuta formada por el IFRJ, donde entre gracias al ENEM. Mi papá, también gracias al ENEM, entró en una universidad pública con más de 50 años. La vida de mi familia se transformó bajo los gobiernos del PT, y nos duele intensamente ver toda esa injusticia con usted. Lloré como una niña con su discurso antes de ir a prisión. Lloré de dolor, pero también de emoción al escuchar, al comprobar, que jamás los atraparán de hecho por ser una idea y vivir libre en nuestros corazones.
Hoy soy afiliada a su partido delos trabajadores y participo también en el MST RJ. Creo, presidente, que toda injusticia se convertirá en justicia y que la esperanza jamás muere.
Gracias por todo!
En su primera semana en prisión lo llamé ahí! Dejé al policía un poco molesto, pero fue gracioso!
No existe un solo día en que no piense en usted y le envíe mucha buena energía.
En relación a su salud, le recomiendo que practique meditación! Le va a hacer muy bien! Espero que esté todo bien, dentro delo posible!
Estamos esperándole aquí, convencidos de que sólo la lucha (y LULA) salvarán el año 2018!
Lo amo mucho! Sepa que su vida inspira mi lucha! Pongase bien! Fuerte abrazos y besos con amor de una compañera extremadamente agradecida por su vida!
“Hay que endurecerse pero sin perder la ternura jamás”